La tecnología 3D en la ortodoncia

La clínica dental ha ido evolucionando gracias a la avanzada tecnología. Esta se ha extendido en los últimos años gracias al avance en la investigación para la aplicación odontológica. Eso ha traído muchas mejoras a cualquier consulta. 

El empleo de este tipo de tecnología 3D da al ortodoncista una información mucho más precisa que una exploración clínica como usualmente se realizaba e incluso mejor que una radiografía bidimensional. Además, proporciona una información precisa. Tanto que esta tecnología es capaz de recrear a detalle el interior de la boca del paciente de manera tridimensional, dando un total éxito a cualquier diagnóstico.

La primera ventaja de esta tecnología 3D es que es inmediata la capacidad para fabricar material a la medida exacta del paciente y atender de manera exacta cualquier problemática. Estos pueden ser modelos virtuales tridimensionales de los dientes y su oclusión, arcos de ortodoncia hechos para cada paciente y elementos de cementado directo, que son como cubetas personalizadas para colocar los brackets.

Como segunda ventaja está que proporciona la utilización del software de imagen 3D para ortodoncia. Esto afecta de manera directa sobre la capacidad de planificación y tiene que ver con el alto grado de predicción que hace posible gracias a su gran detalle.

Aplicaciones de la tecnología 3D

Lo mejor de todo es que cuando cierto tratamiento de ortodoncia requiere una intervención quirúrgica, el software es un gran aliado para que esto tenga éxito. De la misma manera sucede cuando el caso es cierta colocación de implantes. La tecnología 3D permite que el odontólogo conozca exactamente en qué punto de la boca tiene que realizar la intervención y cómo tendría que ser, según las características de la boca del paciente.

También da beneficios a estudiantes y a los mismos doctores, ya que les ayuda bastante al combinar las últimas herramientas digitales con la experiencia de un especialista en odontología. Así, los dentistas pueden explicar mejor los conceptos y procedimientos a los pacientes. 

Otro beneficio es que las presentaciones en 3D facilitan la asimilación de la información por parte de pacientes y médicos. Esto porque las imágenes en 3D son más fáciles de interpretar que las radiografías tradicionales. Así, el dentista puede desde un principio diagnosticar cualquier problema con mayor precisión.

Además, esta tecnología es más segura. Al ser tridimensional, genera menos radiación que las radiografías convencionales, evitando la exposición innecesaria del paciente a la radiación.